¿Guerra para la paz?

No podemos negar la elocuencia de Barack Obama, hace unos días, durante su discurso al recibir el premio Nobel de la paz, en la ciudad de Oslo, Noruega.

Lo que evidentemente llama más la atención fue su pleno y abierto reconocimiento de que en su opinión (es decir, en opinión del Comandante en jefe del ejército del país más poderoso del mundo), la guerra que, aunque es en sí misma un mal que se subyace en la naturaleza humana, resulta necesaria para buscar mejores condiciones de vida para los seres humanos. Pero, ¿qué significa un argumento como este para una sociedad como la mexicana?

Aunque México no es un país en guerra contra otra nación, llevamos lo que va de este sexenio en una abierta guerra contra el crimen organizado que al día de hoy ha cobrado literalmente miles de vidas (sólo en 2009, al 14 de Diciembre, 7193 personas ejecutadas). Por lo tanto es importante preguntarnos como sociedad qué es lo que pensamos sobre esta llamada guerra contra el narcotráfico, ¿es también necesaria o incluso justa para salvaguardar la seguridad del pueblo mexicano?

Sobre la aprobación social de la guerra contra el narcotráfico, la encuesta realizada en 2008 por Parametría S.A. de C.V. da un par de datos interesantes: sobre la pregunta «Usted qué prefiere, que se combata el narcotráfico aunque se genere violencia en el país, o que no haya violencia en el país aunque exista algo de narcotráfico?, 1 de cada 2 mexicanos contestó que prefiere que se combata al narcotráfico aunque se genere violencia. Por otro lado, 1 de cada 3 mexicanos contestó que prefiere que no haya violencia en el país aunque exista algo de narcotráfico (si es que esto último es posible).

Sobre el mismo tema, la encuesta sobre amenazas a la seguridad nacinal publicada por la revista Contralínea al principio de este año, detalla que el narcotráfico y el crimen organizado son considerados por la sociedad como dos de las cuatro principales amenazas contra la seguridad nacional, a la vez que el 30% de los encuestados consideran «muy adecuado» el esfuerzo gubernamental contra el narcotráfico, 42% lo considera «algo adecuado», y que el 27% de la población no lo aprueba totalmente.

Lo anterior ejemplifica que en México sí existe la percepción de que la guerra y sus efectos inmediatos, como la violencia, son necesarios para conservar la paz, es decir, para salvaguardar la seguridad nacional.

En el caso norteamericano, durante su discurso en Oslo, Barack Obama propuso dirigir sus esfuerzos en la tarea que John F. Kennedy sugiriera en su momento: «Enfoquémonos en una paz más práctica y más procurable, basada no en una repentina evolución de la naturaleza humana sino en una evolución gradual de las instituciones humanas». En el caso mexicano, ¿en qué tenemos que enfocarnos hoy como sociedad para trascender la actual problemática generada por el narcotráfico?, ¿se trata también de buscar la transformación paulatina de las instituciones y de la sociedad en su conjunto para prescindir de esta guerra que hoy se pelea en las calles y pueblos de nuestro país? o por el contrario, ¿requerimos de un cambio radical en la manera en que como sociedad y gobierno buscamos resolver este problema?

Lo que es cierto en ambos casos es que quizás no vivamos para ver el final de estas guerras, sin embargo esto no deberá ser jamás un argumento para dejar pasar  de largo las acciones que hoy son requeridas para iniciar las transformaciones que nuestro país necesita en materia de seguridad y paz social. Tal vez iniciar no sea tan difícil.

foto: humbertoadriano

Etiquetas: EUA, Guerra